-Nota previa-
EL BARROCO
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En política exterior, el duque de Lerma, valido de Felipe III, adoptó una política pacifista y logró acabar con todos los conflictos heredados del reinado de Felipe II. Por el contrario, el conde-duque de Olivares, valido de Felipe VI, incolucró de lleno a España en la guerra de los Treinta Años, en la que España sufrió graves derrotas militares.
Durante la segunda mitad del siglo, Francia aprovechó la debilidad militar española y ejerció una continua presión expansionista sobre los territorios europeos regidos por Carlos II. Como consecuencia de esta presión, la Corona española perdió buena parte de sus posesiones en Europa, de modo que a principios del siglo XVIII el Imperio español en Europa estaba totalmente liquidado.
En política interior, la crisis no fue menos importante. El duque de Lerma procedió a la expulsión de los moriscos (1609), con lo que se arruinaron las tierras de regadío del litoral levantino, y permitió la generalización de la corrupción administrativa. Posteriormente, la política centralista del conde-duque de Olivares provocó numerosas sublevaciones en Cataluña, Portugal, Andaluncia, Nápoles y Sicilia. La rebelión catalana fue sofocada el año 1652, mientras que la sublevación portuguesa desembocó en la independencia de ese país (1668).
En el siglo XVII, España sufrió una grave crisis demográfica, consecuencia de la expulsión de casi 300.000 moriscos y de la mortalidad provocada por las continuas guerras, el hambre y la peste.
La sociedad española del siglo XVII era una sociedad escindida: la nobleza y el clero conservaron tierras y privilegios, mientras que los campesinos sufrieron en todo su rigor la crisis económica. La miseria en el campo arrastró a muchos campesinos hacia las ciudades, donde esperaban mejorar su calidad de vida; pero en las ciudades se vieron abarcados al ejercicio de la mendicidad cuando no directamente a la delincuencia.
Por otra parte, la jerarquización y el conservadurismo social dificultaban el paso de un estamento a otro y sólo algunos burgueses lograron acceder a la nobleza. La única posibilidad que se ofrecía al estado llano para obtener los beneficios que la sociedad estamental concedía a los estamentos privilegiados era pasar a engrosar las filas del clero. Este hecho, unido al clima de fervor religioso, trajo como consecuencia que durante el siglo XVII se duplicara el número de eclesiásticos en España.
El pensamiento racionalista tuvo en el siglo XVII algunas de sus figuras más destacadas: Descartes, Leibniz, Spinoza... Todos ellos relegaron la posibilidad de un saber revelado y defendieron que la razón es la principal fuente de conocimiento humano. De este modo sentaron las bases del racionalismo.
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Quienes más influyeron en el pensamiento posterior fueron el físico italiano Galileo Galilei y el matemático francés René Descartes.
Galileo Galilei fue uno de los fundadores del método experimental. A partir de sus observaciones, enunció las leyes de caída de los cuerpos y refrendó la teoría heliocéntrica de Copérnico. Debido a sus conclusiones, Galileo fue sometido a un humillante proceso inquisitorial, en el que se le obligó a abjurar de sus argumentos sobre el desplazamiento de la Tierra alrededor del Sol.
René Descartes fundamentó el racionalismo filosófico y científico. Partiendo de la crítica de los sentidos como forma de conocimiento ha de fundamentarse en la intuición de principios incuestionables; desde ese momento, la razón elabora construcciones cada vez más abstractas, siguiendo un método deductivo.
En España, la influencia del racionalismo apenas se dejó sentir. En su lugar, se registra una actitud de escepticismo hacia la naturaleza humana, escepticismo que conduce a una visión pesimista del mundo radicalmente opuesta al optimismo renacentista. Un buen ejemplo de esta actitud lo encontramos en Baltasar Gracián, para quien las únicas armas de que se dispone para combatir el estado de crisis y ruina de la sociedad son el individualismo y la desconfianza hacia los demás.
El barroco artístico contrasta abiertamente con el ideal de armonía, proporción y medida que propugnó el Renacimiento. Las principales características del arte barroco son:
Dinamismo. El artista barroco desea crear sensación constante de movimiento. Frente al predominio de las líneas rectas en el arte renacentista, el Barroco se vale, sobre todo, de la línea curva.
Teatralidad. El artista intenta conmocionar emotivamente al espectador y para ello recurre a procedimientos hiperrealistas. Esta intencionalidad se aprecia, por ejemplo, en la representación de Cristos yacentes y en toda la imaginería sacra.
Decorativismo y suntuosidad. El artista del Barroco atiende por igual a lo esencial y a lo accidental. De ahí su minuciosidad en la composición de pequeños detalles y su gusto por la ornamentación.
Contraste. El artista barroco se manifiesta contrario al equilibrio y a la uniformidad renacentistas. Su ideal es acoger en una misma composición visiones distintas, y hasta antagónicas, de un mismo tema. En los cuadros de asunto mitológico, por ejemplo, los dioses aparecen mezclados con personajes del pueblo.
BARROCO EN LA LITERATURA ESPAÑOLA
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El siglo XVII y el auge de las premisas barrocas coincidieron en España con un brillante y fecundo período literario que dio en llamarse Siglo de Oro. Estéticamente, el barroco se caracterizó, en líneas generales, por la complicación de las formas y el predominio del ingenio y el arte sobre la armonía de la naturaleza, que constituía el ideal renacentista.
Entre los rasgos más significativos del barroco literario español resulta relevante la contraposición entre dos tendencias denominadas conceptismo y culteranismo, cuyos máximos representantes fueron, respectivamente, Francisco de Quevedo y Luis de Góngora. Los conceptistas se preocupaban esencialmente por la comprensión del pensamiento en mínimos términos conceptuales a través de contrastes, elipsis y otras y otras figuras literarias. Por el contrario, los culteranos buscaban la delectación de una minoría culta mediante el recurso a metáforas, giros e hipérboles, con modificación de las estructuras fraseológicas, en busca del máxismo preciosismo. Característica del barroco hispánico fue también la contraposición entre realismo e idealismo, que alcanzó su máxima expresión en la que estaría llamada a convertirse en una de las cumbres de la literatura universal, El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha (primera parte, 1605; segunda, 1615), de Miguel de Cervantes.
En toda la obra poética de la Góngongora, figura destacada del culteranismo, se halló presente el brillante estilo que lo hizo famoso, cargado de neologismos y complicadas metáforas. Más sencillo en su primera etapa, a partir de los poemas mayores -Fábula de Polifemo y Galatea (1612) y Soledades (1613)- se acentuaron sus artificios y el carácter culto y minoritario de su poesía. Fue ensalzado por unos y ferozmente atacado por otros en su época. Entre los más sobresalientes seguidores de Góngora se cuentan Juan de Tassis y Peralta, conde de Villamediana, autor del poema mitológico La gloria de Niquea (1622), y Pedro Soto de Rojas.
Como el de Gángora, el estilo de Quevedo es estructuralmente complejo, aunque utilizó siempre un lenguaje llano y no vaciló en ocasiones en recurrir a un tono procaz y brutal. Los temas que lo inspiraron fueron muy variados: morales, satíricos, religiosos, de amor, etc., y en el desarrollo de todos ellos subyace una concepción angustiada de la condición humana, común a obras tales como la novela picaresca titulada La vida del Buscón, llamado don Pablos (1626), o la alegoría Sueños (1627).
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En esta época se distinguió además una línea clasicista diferenciada en dos corrientes básicas: la escuela sevillana, en la que destacó Rodrigo Caro, y la escuela aragonesa, cuyos representantes de mayor entidad fueron los hermanos Bartolomé Leonardo y Lupercio Leonardo de Argensola, cultivadores de una lírica doctrinal y moralizante.
En el ámbito de la prosa narrativa del período barroco halló su marco la figura de Miguel de Cervantes Saavedra, autor también de poemas y comedias, que ha sido considerado unánimemente como la gran figura a lo largo de la gestación y la evolución de las letras españolas. En el Quijote, Cervantes creó el prototipo a partir del cual nacería al novela moderna. Concebida en principio para satirizar las novelas de caballerías, los dos protagonistas de la obra, don Quijote y Sancho, han perdurado como símbolos de dos visiones enfrentadas del mundo: la idealista y la realista.
Otras obras relevantes de Cervantes, siempre ensombrecidas por la universal dimensión del Quijote, fueron las Novelas ejemplares (1613) y Los trabajos de Persiles y Segismunda, novelapublicada póstumamente en 1617.
La novela picaresca, que arrancaba del Lazarillo, alcanzó un notable auge y sirvió para denunciar la pobreza y la injusticia social del gran imperio español. El Guzmán de Alfarache (1599-1604), de Mateo Alemán, se caracterizó tanto por su amarga sátira de la sociedad como por su hondo pesimismo. Paralelamente ofreció reflexiones moralizantes, elemento del que carecían las restantes novelas picarescas. Destacaron entre ellas es Buscón, de Quevedo; la Vida del escudero Marcos de Obregón (1618), de Vicente Espinel; y El libro de entretenimiento de la pícara Justina (1605), de Francisco López de Úbeda.
A las fórmulas teatrales que se ofrecían al público en el siglo XVI se impuso la que alrededor de 1590 fijó Lope de Vega, creador de la comedia española. Sus premisas se caracterizaron por el quebrantamiento de las tres reglas aristotélicas del teatro clásico (unidad de acción, tiempo y espacio), la división de la comedia en tres actos (en vez de cinco) y , en general, la liberalización de la estructura de la pieza dramática. Los ideales que se exaltaban eran el monárquico y el religioso, y los sentimientos más manifestados, el amor y el honor. De extraordinaria fecundidad, Lope fue el escritor español con el que más llegó a identificarse el pueblo. Entre las creaciones representadas con mayor profusión cabe citar Fuenteovejuna, Peribáñez o el comendador de Ocaña, El caballero de Olmedo y La dama boba. Como era de esperar, dado su éxito, tuvo gran número de seguidores.
La otra gran figura del drama del Siglo de Oro fue Pedro Calderón de la Barca, quien comenzó siguiendo de cerca el modelo de la comedia de Lope, pero en su madurez, aunque sin modificarlo sustancialmente, aportó ciertos rasgos personales. Su obra se caracterizó por el enfoque más meditado de los asuntos, la preferencia por lo ideológico o simbólico y la construcción más rígida de las piezas teatrales. En la técnica escénica alcanzó un virtuosismo notable. Los dos grupos más importantes de la producción calderoniana son las comedias de enredo y los dramas, históricos, filosóficos y religiosos, entre los que destacaron La vida es sueño, El alcalde de Zalamea y El mágico prodigioso.
CONCEPTISMO
- Frecuentes metáforas, no con el fin de embellecer, como el culteranismo, sino para impresionar la inteligencia: Lumbre por pecado.
- Juegos de palabras: utilización de una misma palabra con significados diferentes: "Salió de la cárcel con tanta honra, que le acompañaron doscientos cardenales, sino que a ninguno llamaban eminencia". (Quevedo.)
- Estilo breve y conciso, que se logra mediante la elipsis o eliminación de palabras. Aplican el refrán: "Lo bueno, si breve, dos veces bueno".
- Antítesis de palabras, frases o ideas, con el fin de impresionar y agudizar la mente: "Mi negra capa, ya blanca por los pecados".
CULTERANISMO
- Abuso de la metáfora con el fin de crear un mundo de belleza absoluta: Puertas de rubíes en lugar de labios.
- Uso frecuente de cultismos: palabras tomadas del latín o del griego: Argentar en lugar de platear; tórrido, umbroso, áureo...
- Abuso del hipérbaton. Consiste en alterar el orden de una oración, con lo que se llega a hacer difícil su comprensión: Un torrente es su barba impetuoso, en lugar de: su barba es un torrente impetuoso.
- Uso de palabras parónimas. Es decir, palabras de un sonido parecido y diferente significado; con lo que logran impresionar y llamar la atención sobre nuestros sentidos: Nubes-naves.
EL CRITICÓN de Baltasar Gracián
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Esta novela está escrita por Baltasar Gracián que es uno de los autores más característicos del conceptismo.
Baltasar Gracián era un autor característico del barroco y dentro de este del conceptismo, en sus obras se plasma su pensamiento pesimista típico de estas corrientes literarias. Para el hombre es un ser débil, ambicioso, interesado y malicioso. Aparte de la obra “El criticón” también tiene una serie de obras importantes como “El héroe”, o “El político” entre otras.
La obra se puede dividir en tres partes publicadas en 1651, 1653 y 1657.
En la primera parte (1651) los dos protagonistas, llamados Critilo y Andrenio coinciden en la isla de Santa Helena y cuentan la historia que les ha llevado a conocerse, entonces emprenden un viaje hacia España. Esta parte se conoce propiamente como: En la primavera de la niñez y en el estío de la juventud.
La segunda parte (1653) tiene lugar en Aragón y en Francia y se conoce como: Juiciosa cortesana filosofía en el otoño de la varonil edad.
La tercera parte (1657) se fija primero en Alemania y luego los dos protagonistas llegan a Roma para ser anunciados delante de la muerte y poder llegar a la inmortalidad cruzando las aguas de tinta de la fama. Esta tercera parte se conoce como: En el invierno de la vejez
El criticón es una alegoría de la vida humana que resume el punto de vista que tiene el autor sobre el mundo y la vida humana en general, utilizando en varios momentos la sátira social y su propia filosofía. También conjuga la prosa didáctica y moral con la fabulación metafórica.
Podemos decir que esta novela es una novela característica del barroco y dentro de esta corriente es una obra conceptista.
La podemos considerar como tal en primer lugar por su estética, formada por un complicado y variado léxico que está pensado para que solo el lector culto pueda entender la novela. También están presentes los juegos de palabras, las antítesis y las paradojas que son tan característicos del conceptismo. Otra característica comuna con el conceptismo son los temas que trata la obra, ya que siempre son temas didácticos y morales, el punto de vista filosófico del autor, su forma de ver la vida, y eso lo plasma en sus dos personajes protagonista a lo largo de la obra. La visión pesimista juega un papel de importancia a lo largo de la novela.
LUIS DE GÓNGORA
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(Córdoba, 11 de julio de 1561 – ibídem, 23 de mayo de 1627) fue un sacerdote, poeta y dramaturgo español del Siglo de Oro, máximo exponente de la corriente literaria conocida como culteranismo o gongorismo, que más tarde imitarían otros artistas. Sus obras fueron objeto de exégesis ya en su misma época.
Fragmento de las Soledades gongorinas
Cuantos me dictó versos dulce Musa
En soledad confusa,
Perdidos unos, otros inspirados.
¡O tú que de venablos impedido
¿Muros de abeto, almenas de diamante?,
Bates los montes que de nieve armados
Gigantes de cristal los teme el cielo,
Donde el cuerno, del eco repetido,
Fieras te expone, que ¿ al teñido suelo,
Muertas, pidiendo términos disformes?
Espumoso coral le dan al Tormes!:
Arrima a un frexno el frexno, cuyo acero,
Sangre sudando, en tiempo hará breve
Purpurear la nieve;
Y, en cuanto da el solícito montero,
Al duro robre, al pino levantado
¿Émulos vividores de las peñas?
Las formidables señas
Del oso que aun besaba, atravesado,
La asta de tu luciente jabalina,
¿O lo sagrado supla de la encina
Lo Augusto del dosel, o de la fuente
La alta cenefa, lo majestuoso
Del sitïal a tu Deidad debido?,
¡O Duque esclarecido!
Templa en sus ondas tu fatiga ardiente,
Y, entregados tus miembros al reposo
Sobre el de grama césped, no desnudo,
Déjate un rato hallar del pie acertado
Que sus errantes pasos ha votado
A la real cadena de tu escudo.
Honre suave, generoso nudo,
Libertad, de Fortuna perseguida;
Que, a tu piedad Euterpe agradecida,
Su canoro dará dulce instrumento,
Cuando la Fama no su trompa al viento.
SOLEDADES de Góngora
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El poema nació como un proyecto dividido en cuatro partes que iban a llamarse «Soledad de los campos», «Soledad de las riberas», «Soledad de las selvas» y «Soledad del yermo». De todo esto , Góngora solo concluyó la «dedicatoria al Duque de Béjar» y las dos primeras Soledades, de las cuales dejó inacabada la segunda.
Se trata de un poema bastante extenso y fue la primera vez que se utilizo el genero lírico para un poema tan extenso.
Este poema es el claro ejemplo de la poesía culterana de la época ; muchos versos de los cuales la mayoría no dicen gran cosa , poca información.
En conclusión , dice mucha cosa en poco espacio , gran desorden y difícil de entender.
Se trata de ofrecer un ejemplo máximo del tópico de "menosprecio de corte y alabanza de aldea", donde la Naturaleza se revela como algo puro y virgen , frente al caos y el ruido de políticos cortesanos y ambiciosos comerciantes. Para ello describe paisajes arcádicos, en una línea de inspiración neoplatónica, donde los objetos son espléndidos y la vida, un retiro ideal.
Las Soledades originaron ya desde su composición un gran debate por los extremos de dificultad de su ornato y la acumulación de alusiones mitológicas y eruditas en su discurso.
Fueron atacadas por el Conde de Salinas y Juan de Jáuregui (quien compuso un ponderado Antídoto contra las Soledades y un Ejemplar poético contra ellas, aunque acabó profesando la misma o muy semejante doctrina), y defendidas por otros muchos ingenios, como Salcedo Coronel, José Pellicer, Francisco Fernández de Córdoba ...
Esta obra supone la cumbre del estilo gongorino y fue reivindicada y alabada por parnasianos y simbolistas franceses y por la generación del 27, que rindió un merecido homenaje en 1927 a Góngora con motivo del tricentenario de su muerte, acontecimiento que dio nombre a la citada generación poética.
Para finalizar Soledades , podemos decir que se trata de una buena muestra del arte barroco , típica culterana en la que dicen poca cosa en mucho espacio. El desorden es bastante visible y entenderla es complicado debido a su gran riqueza poética.
Según fuentes fue una obra muy polémica , ya que se quedó inacabada, además de su atrevimiento estético y la oscuridad hiperculta.
Mas adelante fue revalorizada por Dámaso Alonso y la Generación del 27.
Su forma, de carácter aestrófico, era la que daba más libertad al poeta, que de esa manera se acercaba cada vez más al verso libre y hacía progresar la lengua poética hasta extremos que sólo alcanzarían los poetas del Parnasianismo y el Simbolismo francés en el siglo XIX.
Es por eso que muchos de los versos quedan libres en el poema o sin una rima seguida y típica.
FRANCISCO DE QUEVEDO
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Físicamente sufría una leve cojera por deformación de los pies y su exagerada miopía lo obligaba a llevar anteojos.
Estudia, con la alta sociedad de su tiempo, en el colegio Imperial de los jesuitas. Posteriormente ingresa a la universidad de Alcalá de Henares, donde conoce al duque de Osuna. En esta época se imprime su primer soneto, un elogio a Lucas Rodríguez, y aparecen sus primeras obras en prosa. Destaca por su viva inteligencia, aprendiendo diversas lenguas: griego, latín, árabe, hebreo, francés e italiano. Se le considera en su tiempo como el español que más idiomas extranjeros hablaba.
En los primeros años del siglo XVII pasa a estudiar a la universidad de Valladolid, coincidiendo con la salida de las prensas de la primera parte de Don Quijote de la Mancha de Cervantes.
Pedro Espinosa incluye en su antología "Flores de poetas ilustres" algunos poemas de juventud de Quevedo. Por esa época, el autor satírico que sería después, ha empezado a componer sus primeros escritos jocosos o burlescos.
Entre 1603 y 1608 escribe la que sería su obra cumbre "El buscón". En la misma época traduce a Anacreonte y trabaja en dos colecciones de poemas.
Su amigo de colegio, el duque de Osuna, es nombrado virrey de Sicilia, y Quevedo parte con él al sur de Italia, como su consejero. A este alto funcionario le dedicará un relato: "El mundo por de dentro". Al caer en desgracia el duque, Quevedo sufre las consecuencias políticas del cambio, siendo encarcelado en Uclés (Cuenca) y más tarde, aquejado de enfermedad grave, es llevado a su finca, la Torre de Juan Abad. Aprovecha para preparar en su confinamiento "Política de Dios y gobierno por Cristo". Restablecida su salud y levantada la condena de privación de libertad vuelve a la actividad política.
En 1623 se desplaza a Andalucía en calidad de cronista en la expedición de defensa contra los ingleses.
Al morir Felipe III, Felipe IV asciende al trono de España y nombra al conde-duque de Olivares como una de las personas de más confianza de su Consejo. Francisco de Quevedo se apresura a dedicarle a este nuevo e importante funcionario su "Epístola satírica y censoria" con clara intención de ganarse su aprecio y volver a la actividad política bajo su protección.
Mientras tanto, vuelve a recluirse, esta vez voluntariamente, en su Torre de Juan Abad y aprovecha para dar a la imprenta textos escritos con anterioridad. En 1631 publica algunas de las obras burlescas de su juventud, bajo el título de "Juguetes de la niñez y travesuras del ingenio".
Escribe un libelo satírico titulado "El chitón de las tarabillas" (en el que defiende la desastrosa política monetaria del conde-duque de Olivares), que le hace ganar el aprecio de Felipe IV que le nombra su secretario.
Coincidiendo con la grave crisis económica que desencadenó la política del conde-duque, cae en desgracia por segunda vez, debido a las intrigas de la Corte y en 1639 es detenido y encarcelado nuevamente, esta vez en el convento de San Marcos de León, donde pasa mil penurias durante cuatro años.
Dentro de su obra satírica se encuentran "La culta latiniparla", "Epístola del caballero de la tenaza" y "Los sueños". Estos últimos comprenden los siguientes relatos: "El sueño de las calaveras", "El alguacil alguacilado", "Las zahurdas de Plutón", "El mundo por de dentro", "Visita de los chistes" y "La hora de todos y la Fortuna con seso".
Su contemporáneo Cervantes, nos legó una obra que, al crecer en prestigio y fama, ensombreció la persona del autor; en cambio con Quevedo ocurre exactamente lo contrario: su fuerte personalidad hizo que su obra se viera desdibujada, ante su propia leyenda.
Quevedo ha sido uno de los grandes genios de la literatura en habla castellana, Borges lo compara con Mallarmé y Joyce. Su capacidad para valerse del lenguaje es difícilmente superable.
La primera biografía que se escribe sobre Francisco de Quevedo es la de Pablo Antonio de Tarsia, en 1663, donde ya se resalta el carácter satírico de gran parte de su obra. Al decir de J.M. Blecua, su vida osciló entre una visión sarcástica o burlesca de la realidad, y una visión muy estoica y senequista de la existencia. Fue capaz de cultivar una poesía popular, a ratos chocarrera y tabernaria, satírica y burlesca, al mismo tiempo que escribía una poesía llena de belleza formal, o prosa culta y metafísica. Buena muestra de este segundo aspecto de su obra, serían "La cuna y la sepultura", "La política de Dios" y muchos sonetos profundos y trascendentes.
Quevedo es el máximo representante de la corriente "conceptista", frente al "culteranismo" de Góngora, que no se libró de algún poema satírico.
Pero lo que es verdaderamente interesante en Quevedo es su lenguaje casi moderno, utilizando vocablos, a diferencia de Cervantes, que no se han quedado obsoletos, que se continúan utilizando con toda su fuerza expresiva. Su lectura, por tanto, se hace fácil, y su estilo sorprendente por lo actual.
Valgan algunos ejemplos que hoy pueden ser oídos en cualquier patio de colegio, bar o parada de autobús: "mojones" ("el culo hace mojones"), "pendejos" ("población de pendejos"), "gorreros" ("gorreros, hospedándose más de lo que fuere razón en casa de los amigos"), "a escote" ("niño/ que concebistes a escote/ entre más de veinte y cinco") y otros muchos que podríamos seguir citando. Igualmente se encuentran en su prosa vocablos que se mantienen en determinadas zonas de Andalucía y América, perfectamente actualizados, como "cabe" por zancadilla, "coima" por soborno, etc.
Quevedo era un hombre desengañado de muchas cosas, entre otras de las mujeres, a las que deseaba alegres, pero a ser posible "sordas y tartamudas". Muchas veces se refiere a ellas de forma despectiva y a juzgar por su temática, más que frecuentar círculos familiares, conoció los ambientes prostibularios y marginales de su época, a los que llegaba atraído por el sexo pero dominado por su misoginia.
Fallece en Villanueva de los Infantes (Ciudad Real) en 1645.
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POEMAS DE QUEVEDO COMENTADOS EN CLASE
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AMOR CONSTANTE MÁS ALLÁ DE LA MUERTE
Cerrar podrá mis ojos la postrera
sombra, que me llevare el blanco día,
y podrá desatar esta alma mía
hora, a su afán ansioso linsojera;
mas no de esotra parte en la ribera
dejará la memoria en donde ardía;
nadar sabe mi llama la agua fría,
y perder el respeto a ley severa;
Alma a quien todo un Dios prisión ha sido,
venas que humor a tanto fuego han dado,
médulas que han gloriosamente ardido,
su cuerpo dejarán, no su cuidado;
serán ceniza, mas tendrán sentido.
Polvo serán, mas polvo enamorado.
ENSEÑA CÓMO TODAS LAS COSAS AVISAN DE LA MUERTE
Miré los muros de la patria mía,
si un tiempo fuertes, ya desmoronados,
de la carrera de la edad cansados,
por quien caduca ya su valentía.
Salíme al campo, vi que el sol bebía
los arroyos del hielo desatados;
y del monte quejosos los ganados,
que con sombras hurtó la luz al día.
Entré en mi casa: vi que amancillada
de anciana habitación era despojos;
mi báculo más corvo, y menos fuerte.
Vencida de la edad sentí mi espada,
y no hallé cosa en qué poner los ojos
que no fuese recuerdo de la muerte.
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CONOCE LAS FUERZAS DEL TIEMPO, Y EL
SER EJECUTIVO COBRADOR DE LA MUERTE
¡Cómo de entre mis manos te resbalas!
¡Oh, cómo te deslizas, edad mía!
¡Qué mudos pasos traes, oh muerte fría,
pues con callado pie todo lo igualas!
Feroz de tierra el débil muro escalas,
en quien lozana juventud se fía;
mas ya mi corazón del postrer día
atiende el vuelo, sin mirar las alas.
¡Oh condición mortal! ¡Oh dura suerte!
¡Que no puedo querer vivir mañana,
sin la pensión de procurar mi muerte!
Cualquier instante de la vida humana
es nueva ejecución, con que me advierte
cuán frágil es, cuán mísera, cuán vana.
A AMINTA, QUE TENIENDO UN CLAVEL EN LA BOCA,
POR MORDERLE SE MORDIÓ LOS LABIOS, Y SALIÓ SANGRE
Bastábale al clavel verse vencido
del labio en que se vio, cuando esforzado
con su propia vergüenza lo encarnado,
a tu rubí se vio más parecido.
Sin que en tu boca hermosa dividido
fuese de blancas perlas granizado,
pues tu enojo, con el equivocado,
el labio por clavel dejó mordido.
Si no cuidado de la sangre fuese,
para que a presumir de tiria grana,
de tu púrpura líquida aprendiese.
Sangre vertió tu boca soberana,
porque roja victoria amaneciese,
llanto al clavel, y risa a la mañana.
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A ROMA, SEPULTADA EN SUS RUINAS
Buscas en Roma a Roma, ¡oh peregrino!,
y en Roma misma a Roma no la hallas:
cadáver son las que ostentó murallas,
y tumba de sí propio el Aventino.
Yace, donde reinaba el Palatino;
y limadas del tiempo las medallas,
más se muestran destrozo a las batallas
de las edades, que blasón latino.
Sólo el Tíber quedó, cuya corriente,
si ciudad la regó, ya sepultura
la llora con funesto son doliente.
¡Oh Roma!, en tu grandeza, en tu hermosura
huyó lo que era firme, y solamente
lo fugitivo permanece y dura.
REPRESÉNTASE LA BREVEDAD DE LO QUE SE
VIVE Y CUÁN NADA PARECE LO QUE SE VIVIÓ.
"Ah de la vida!"... "Nadie me responde?
Aquí de los antaños que he vivido!
La Fortuna mis tiempos ha mordido;
las horas mi locura las esconde.
Que sin poder saber cómo ni adónde
la salud y la edad se hayan huido!
Falta la vida, asiste lo vivido,
y no hay calamidad que no me ronde.
Ayer se fue; mañana no ha llegado;
hoy se está yendo sin parar un punto:
soy un fue, y un será, y un es cansado.
En el hoy y mañana y ayer, junto
pañales y mortaja, y he quedado
presentes sucesiones de difunto.
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SIGNIFÍCASE LA PROPIA BREVEDAD DE LA
VIDA, SIN PENSAR Y CON PADECER, SALTEADA DE LA MUERTE.
¡Fue sueño ayer; mañana será tierra!
Poco antes, nada; y poco después, humo!
Y destino ambiciones, y presumo
apenas punto al cerco que me cierra!
Breve combate de importuna guerra,
en mi defensa, soy peligro sumo;
y mientras con mis armas me consumo,
menos me hospeda el cuerpo que me entierra.
Ya no es ayer; mañana no ha llegado;
hoy pasa, y es, y fue, con movimiento
que a la muerte me lleva despeñado.
Azadas son la hora y el momento
que, a jornal de mi pena y mi cuidado,
cavan en mi vivir mi monumento.
SONETO A LUIS DE GÓNGORA
Yo te untaré mis obras con tocino
porque no me las muerdas, Gongorilla,
perro de los ingenios de Castilla,
docto en pullas, cual mozo de camino;
apenas hombre, sacerdote indino,
que aprendiste sin cristus la cartilla;
chocarrero de Córdoba y Sevilla,
y en la Corte bufón a lo divino.
¿Por qué censuras tú la lengua griega
siendo sólo rabí de la judía,
cosa que tu nariz aun no lo niega?
No escribas versos más, por vida mía;
aunque aquesto de escribas se te pega,
por tener de sayón la rebeldía.
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A UNA NARIZ
Érase un hombre a una nariz pegado,
érase una nariz superlativa,
érase una nariz sayón y escriba,
érase un pez espada muy barbado.
Érase un reloj de sol mal encarado,
érase un alquitara pensativa,
érase un elefante boca aariba,
era Ovidio Nasón mas narizado.
Érase un espolón de una galera,
érase una pirámide de Egipto,
las doce tribus de narices era.
Érase un naricísimo infinito,
muchísima nariz, nariz tan fiera,
que en la cara de Anás fuera delito.
DESENGAÑO DE LAS MUJERES
Puto es el hombre que de putas fía,
y puto el que sus gustos apetece;
puto es el estipendio que se ofrece
en pago de su puta compañía.
Puto es el gusto, y puta la alegría
que el rato putaril nos encarece;
y yo diré que es puto a quien parece
que no sois puta vos, señora mía.
Mas llámenme a mí puto enamorado,
si al cabo para puta no os dejare;
y como puto muera yo quemado
si de otras tales putas me pagare,
porque las putas graves son costosas,
y las putillas viles, afrentosas.
LOPE DE VEGA
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Nació en Madrid en el año 1562, fue nombrado sacerdote en 1614; llegó a escribir 1800 comedias y 400 autos. Hombre de basta cultura, su género literario se halla en su poesía lírica, en su poesía de corte popular y, sobre todo, en sus “comedias”.
Las obras fundamentales son: Peribañez y el comendador de Ocaña, Fuenteovejuna y El caballero de Olmedo.
EL CABALLERO DE OLMEDO de Lope de Vega
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El caballero de Olmedo, obra de Lope de Vega, dramaturgo español del siglo XVII, basada, como otras del mismo autor, en una canción popular:
Que de noche le mataron
al caballero,
la gala de Medina,
la flor de Olmedo.
La obra suele clasificarse como una tragedia o tragicomedia , ya que introduce elementos propios de este género en su tradición clásica, como la presencia de un coro, el desenlace fatal de su protagonista o la temática del destino como fuerza inexorable que se impone a los personajes. Pese a ello, los dos primeros actos de la obra contienen muchos elementos en común con otras comedias lopescas de tema romántico.
Personajes principales
Don Alonso: "El Caballero de Olmedo", personaje principal de la obra, viene a Medina, donde se enamora de doña Inés. Es caracterizado como atractivo, valiente y cortés.
Doña Inés: La dama de la obra, de la que se enamoran tanto Don Alonso como Don Rodrigo.
Don Rodrigo: Prometido de Doña. Inés, es el antagonista de Don Alonso. Se le presenta como un personaje cobarde y traicionero.
Fabia: celestina que sirve de intermediario entre doña Inés y don Alonso.
Tello: criado de don Alonso y cómplice de su relación con doña Inés.
Argumento
Llegado Don Alonso de Olmedo a Medina, conoce y se enamora de doña Inés, que ha sido prometida por su padre a Don Rodrigo sin su consentimiento. Fabia hace de mediadora entre don Alonso y doña Inés para favorecer sus deseos, pero los amantes son sorprendidos durante su galanteo, lo que aumenta los celos y el odio de don Rodrigo hacia don Alonso. Para evitar ser casada con don Rodrigo, doña Inés finge tener vocación religiosa, lo que permite que Fabia y Tello se introduzcan en su casa como supuestos instructores de la doncella. Durante el tercer acto, el de carácter más marcadamente trágico, un coro de campesinos anuncia ya la muerte del Caballero, que se produce a manos de don Rodrigo, pese a que don Alonso le acababa de salvar la vida durante las justas de Medina. Enterado de este suceso y de sus circunstancias, el Rey don Juan II ordena capturar y dar muerte a don Rodrigo y su criado.
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Estructura
La obra de “El caballero de Olmedo”consta de 3 actos:
Primer Acto: Del verso 1 al 885.
Segundo Acto: Del verso 888 al 1813
Tercer Acto: Del verso 1812 al 2730
PRIMER ACTO
Alonso ve a Inés y se enamora apasionadamente, para ponerse en contacto con Inés recurre a Fabia, una vieja alcahueta. Rodrigo pretende a Inés y se interpone entre los amantes, al descubrir al rival. Primero es solo una sospecha (papel, listón, cinta...) luego la confirmación. Surge así el enfrentamiento en un doble plano: familiar y social
SEGUNDO ACTO
Alonso e Inés se encuentran físicamente. Se produce un mundo de farsa entre Tello y Fabia, disfrazados de gorrón y de falsa monja respectivamente. Se produce un encuentro espiritual entre Alonso y Inés a través de una carta.
TERCER ACTO
El pueblo da autoridad y prestigio a Alonso. Rodrigo acompañado de Fernando dan muerte a Alonso de una forma alevosa. El rey imparte justicia y condena a los culpables.
El planteamiento va desde el principio de la obra hasta aproximadamente el verso 620.El nudo desde el verso 620 aproximadamente hasta un poco antes de la muerte de don Alonso.
En esta obra se mantiene la intriga hasta el final.
LO TRÁGICO Y LO CÓMICO
En esta Obra se mezcla lo cómico y lo trágico. Los dos primero actos son principalmente cómicos, en los que hay amor, alegría, la luz y hay aspectos realistas, aunque se intuyen tristes presagios. En cambio en el acto III, todos los aspectos que tenían los dos primeros actos, desaparecen y dan paso al odio y la muerte. Un claro ejemplo de lo cómico es cuando Tello y Fabia se disfrazan de gorrón y de monja, respectivamente, para poder hablar con Inés y para entregarle la carta de Alonso. Y la muerte aparece sobretodo reflejada en el fragmento en el que Rodrigo y Fernando matan a Alonso, por los celos que siente Rodrigo.
EL LENGUAJE
En esta obra, si que se respeta el decoro poético, ya que cada personaje habla como su condición social lo indica.
Así el rey habla de una manera:
“Decidle que fama emprenda
en el arte militar,
porque yo le pienso honrar
Con la primera encomienda.”
Y Fabia habla de otra manera:
“Sería
gran limosna para mí,
que tengo necesidad”
Aparte de estos 2 ejemplos hay muchos mas, como la forma de hablar del criado, de Don Alonso...
LA MÉTRICA
Lope de Vega, en esta obra utiliza varios tipos de estrofas, y cada una de ellas si tiene que utilizar en su contexto así para:
-Narraciones o relatos si utiliza el ROMANCE(vv.75-182, donde Alonso relata cuando vio a Inés en la feria de Medina)
-Quejas se utilizan las DECIMAS(pag. 25, donde Rodrigo se queja de que su amor hacia Inés no sea correspondido)
-Versos largos, los endecasílabos, se emplean para cosas graves. (vv.1331-1991)
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LA LÍRICA
La obra de “El caballero de Olmedo”, arranca de un hecho real, ocurrido cerca de 1520: La muerte de Juan de Vivero a manos de Miguel Ruiz en el camino entre Medina y Olmedo, que es de donde surgió aquella cancioncilla que decía:
“Esta noche le mataron
al Caballero,
a la gala de Medina,
la flor de Olmedo”
En esta muerte se inspira una leyenda tradicional, que da a lugar a diversas manifestaciones literarias a principios de Siglo XVII, así tenemos: un romance, un melodrama teatral un baile escénico del caballero...Lope recrea la leyenda en esta novela, que enmarca en la época de Juan II.
EL TEMA
El tema principal de esta obra es el amor y la muerte. A través de una historia amorosa de tipo tradicional, se contraponen en la obra el goce vital, el amor y la gala, frente a la muerte, que corta esas ilusiones de felicidad, amor, muerte y destino son los tres pilares de la tragedia. El amor es la pasión noble por excelencia, que estimula y origina otras virtudes: valentía, generosidad... y la muerte la ausencia A lo largo de la obra aparece sobre los personajes la sombra de la muerte.
Similitudes entre El Caballero de Olmedo y La Celestina
En esta obra hay un claro paralelismo con la obra de Fernando de Rojas, “La Celestina”.
En las 2 un galán pide a una alcahueta. En las dos obras se les paga su trabajo con una joya. Hay un enamorado, Alonso en el caballero de Olmedo, y Calisto en la Celestina, y su enamorada, Inés en el caso del Caballero de Olmedo y Melibea en la Celestina. Aunque existen diferencias, como la de que Alonso y Inés ya estaban enamorados mutuamente antes de que entrara en juego la alcahueta.
CALDERÓN DE LA BARCA
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Don Pedro Calderón de la Barca nació en Madrid en 1601. Don Diego, su padre, era descendiente de la nobleza. En 1625 se alistó en el ejército del duque de Alba, y estuvo en Flandes e Italia. Doña María Ana Henao, su madre, era de origen flamenco, de ahí que Pedro Calderón de la Barca se inspire en sus dramas con mujeres flamencas.
Triunfó con su vida en las letras: su padre, ministro de hacienda de los dos Felipes, II y III, lo apuntó a los nueve años en el colegio de los jesuitas, luego pasó a Salamanca, donde brilló en el estudio de las matemáticas y la filosofía. A los 13 años estrenó su primera comedia, El Carro del Cielo, fantasía, y a los 19 contaba ya tres o cuatro éxitos teatrales. La vida es sueño se estrenó en 1635. En 1680 compondrá su última comedia, Hado y divisa de Leónido y Marfisa; falleció el 25 de mayo de 1681. Es el primer dramaturgo del teatro español, ha hecho obras de más trascendencia y mayor alcance.
LA VIDA ES SUEÑO de Calderón de la Barca
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Personajes:
Segismundo: personaje principal, a cuyo alrededor se desarrolla toda la obra. Se le describe como alma reprimida, muy reflexivo, rabioso por su infinita reclusión. A lo largo de la obra, va evolucionando: al principio busca la venganza, comportándose en forma cruel y vengativa, pero luego aparecen en él ciertos rasgos de humanidad (logra vencer a su destino).
Rosaura: Protagonista femenino, que ayuda a Segismundo a impedir que Astolfo se convierta en rey. Cuando llega de Moscovia a la corte, oculta su identidad, haciéndose pasar por una criada. Durante la obra descubre que es hija del ayo de Segismundo, Clotaldo. Finalmente, és declarada noble.
Basilio: rey de Polonia, padre de Segismundo. Es un hombre preocupado por lo que pueda sucederle a su Pueblo. Es débil e indeciso. Se deja guiar por el oráculo, el cual le dice que Segismundo sera malvado y despiadado. Al final admite sus errores.
Clotaldo: ayo de Segismundo. Es el único, aparte del rey, que puede verle. Le ha enseñado a Segismundo todo lo que sabe. Se muestra como un personaje anciano, (es el padre secreto de Rosaura).
Astolfo: duque de Moscovia, con el que Basilio hace un trato para mantener el trono de Polonia. Está dispuesto a casarse con Estrella a pesar de amar a Rosaura. Al fin consigue su amor deseado.
Estrella: bella y noble infanta de la corte de Basilio dispuesta a casarse con Astolfo por mantener el trono. Al fin acaba casándose con Segismundo.
Clarín: compañero de Rosaura. Es muy ingenioso y cobarde, responde al arquetipo de cómico.
Temas de la obra
El tema principal de la obra es el conflicto entre libertad del hombre y el destino.
También hay motivos secundarios relacionados que su desarrollo marcará la decisión de todos los conflictos y la victoria de la libertad.
Otro tema básico de la mentalidad del Barroco, es el honor.
Argumento
Todo sucede en Polonia, donde Clarín y Rosaura que busca a su padre que la abandonó a ella y a su madre. Rosaura estaba vestida de hombre. Llegan a una torre donde se encontrara a Segismundo, que habla sobre la libertad que le habían arrebatado. Rosaura habla con el, porque pensaba que nadie había sufrido el abandono como ella. Segismundo siente un sentimiento de amor hacia Rosaura, que seguía disfrazada de hombre. En la torre aparece el guardián Clotaldo que reconoce a Rosaura como su hija ya que tenia una espada que el había dejado a la madre de ella. Clotaldo desconcertado porque tenía que matarlos ya que habían descubierto el secreto.
Astolfo y Estrella, primos que al saber que su tío, el rey Basilio, no tiene descendencia se dirigen a Polonia por interés. Basilio expresa que tuvo un hijo, pero los astros le dijeron que iba a ser un rey cruel y que llevaría a Polonia a un desastre. Al nacer Segismundo su madre murió y el rey encerró a su hijo en la torre. Cómo ya se conoció el secreto, Clotaldo se libró de matar a su hija, pero él aún cree que es hombre. El rey Basilio lleva a su hijo, Segismundo, a reinar Polonia y ver como actuaría. Segismundo abusa del poder que tiene y actúa de una manera cruel y vengativa.
Al final a Segismundo lo regresan a la torre, y despierta pensando que todo había sido un sueño. El pueblo de Polonia quiere la liberación del príncipe para que sea el rey de Polonia y no un extranjero, Astolfo. Se desarrolla un conflicto entre el ejército de Basilio y los seguidores de Segismundo, que al final ganan los seguidores. El enfrentamiento arrebata la vida de Clarín. Se sabe que Rosaura siempre fue una mujer disfrazada, y el romance que había entre Rosaura y Astolfo, se acaba. Rosaura explica a Segismundo y a Clotaldo las razones de su venganza
Al final Rosaura perdona a su padre, Clotaldo, y por último Segismundo demostró no ser un mal rey.
Elementos estructurales
Planteamiento
(1º jornada)
Representan los personajes, el escenario de casi toda la obra.
Rosaura va a Polonia por una venganza y conoce a su padre.
El rey desvela el secreto de su hijo, Segismundo.
Nudo
(2ª jornada)
El rey saca a Segismundo para ver como gobierna.
Segismundo muy enfadado utiliza el poder para el mal.
Al final devuelven a la torre a Segismundo haciéndole creer que todo era un sueño
Desenlace
(3ª jornada)
Entran en conflicto el padre y el hijo
Muere Clarín
Rosaura cuenta su venganza y perdona a su padre.
Segismundo reina Polonia.